Imagina
que por fin logras concretar una de tus aspiraciones: abrir tu propio negocio.
Algunas personas se encuentran felices de trabajar en empresas ajenas, pero
muchos otros buscan generar los recursos para independizarse y tener un
patrimonio propio, ser sus propios jefes y lograr, poco a poco y con esfuerzo,
ir creciendo. Al fin, después de mucho trabajo lo logras y por cualquier
accidente o eventualidad fuera de tus manos y alcance, ese gran esfuerzo se
viene abajo al ver tu negocio expuesto.
Pensando
en que esto no suceda, es sumamente importante, al comenzar una empresa,
considerar la contratación de un seguro.
En México muchas empresas se catalogan dentro del grupo de las PyMEs: pequeñas
y medianas empresas, que cuentan con un cierto número de trabajadores no muy
extenso y cuya facturación es moderada. Las PyMEs
son en México las empleadoras más importantes, pues gran cantidad de las
personas económicamente activas trabajan en una de ellas (casi el 50% de los
trabajadores reportados). Por eso se catalogaron como tal, para que sus dueños
y empleados pudieran acceder a diferentes beneficios, entre ellos, créditos
para aperturar sus negocios y esquemas de aseguración que se adecúen a sus
necesidades y capacidades de pago.
No
por ser una empresa pequeña debemos considerarnos fuera de peligro, es por ello
que en el mundo de los seguros se ofrecen distintas alternativas para las
pequeñas y medianas empresas, desde para asegurar la inversión inicial, hasta
para estar protegidos en caso de alguna eventualidad climática, accidentes
inesperados o para cubrir la salud del personal que labora en ellas.
Dependiendo el giro de la empresa, de igual forma, se pueden adquirir seguros
para los transportes y la carga que llevan, o de daños a terceros y protección
ante accidentes en la zona de trabajo.
Por
mencionar algunos ejemplos que pueden cubrir estos seguros para PyMEs, pensemos
en la gran cantidad de empresas que se ubican en zonas costeras, cerca de ríos
o en la propia Ciudad de México, donde en un día normal puede caer una lluvia
torrencial y causar inundaciones. Si tenemos mercancía en bodegas o equipo
tecnológico y éste se moja, un buen seguro para PyMEs nos garantiza que,
aunque se pierda ese día, tendremos la capacidad económica para recuperarlo.
Otro caso puede ser si nuestra empresa da algún servicio público y al momento
de llevarlo a cabo se daña alguna propiedad ajena, por ejemplo, si tenemos una
constructora y al momento de usar maquinaria pesada dañamos un inmueble
contiguo, con el seguro podemos resarcir el error.
Al
contrario, si decidimos aventurarnos a la vida empresarial sin tomar en cuenta
la contratación de un seguro para Pymes, estamos
exponiendo a nuestro personal, a las personas ajenas y nuestro patrimonio, pues
si llegara a suceder alguno de los casos referidos y no contamos con protección
se perderá nuestra inversión y, además, habrá que correr con los gastos para
enmendar las fallas. Por eso te recomendamos que, si estás por dar el gran paso
de iniciar tu negocio, busques a tu asesor de seguros y desarrollen juntos el
mejor esquema para ti.
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